China frente a la caída demográfica: consecuencias para la economía, las empresas y el mercado laboral

Posted by Written by Arendse Huld and Yi Wu Reading Time: 15 minutes

El descenso de la población china se ha convertido en una preocupación acuciante para los responsables políticos. Si bien la mano de obra sigue siendo suficiente para sostener la actividad económica a corto plazo, el Gobierno está aplicando activamente un conjunto de medidas políticas para mitigar los riesgos a largo plazo y adaptarse a la realidad de una sociedad que envejece. Al mismo tiempo, los cambios demográficos presentan nuevas oportunidades de negocio en sectores de alto valor y relacionados con los cuidados.


China es el segundo país más poblado del mundo, pero su crecimiento demográfico se ha ralentizado en los últimos años. En 2022, la población china disminuyó por primera vez en 60 años, lo que marcó el inicio de un descenso a largo plazo con profundas repercusiones para la economía y el entorno empresarial del país. Entre la variedad de problemas sociales y económicos que pueden surgir de este fenómeno, el impacto a largo plazo del envejecimiento de la población y la disminución de la población activa son motivos de gran preocupación.

En este artículo, examinaremos el alcance del descenso demográfico en China, las posibles consecuencias económicas de este cambio demográfico y cómo pueden hacer frente las empresas a los retos a largo plazo que se plantean.

¿Cuánto ha disminuido la población de China?

En 2022, la población de China disminuyó por primera vez en seis décadas. Ese año, la población total de China cayó a 1411,8 millones, frente a los 1412,6 millones del año anterior, lo que supone un descenso de 850 000 personas, según la Oficina Nacional de Estadísticas (NBS). Este descenso se ha acelerado en los años siguientes, con una caída de 2,08 millones y 1,39 millones en 2023 y 2024, respectivamente.

Según el informe Perspectivas de la población mundial 2024 de las Naciones Unidas, se prevé que China experimente el mayor descenso absoluto de población entre 2024 y 2054, con 204 millones de personas menos al final de este periodo. Para 2100, es probable que China tenga 786 millones de personas menos que en 2024, lo que supone más de la mitad de su población actual.

El cambio demográfico se debe a la disminución de la tasa de natalidad, junto con el rápido envejecimiento de la población. En 2024, la tasa nacional de crecimiento natural (la diferencia entre la tasa de natalidad y la tasa de mortalidad) fue de -0,99 por mil, con 6,77 nacidos vivos por cada 1000 habitantes, lo que supone un ligero aumento con respecto al 6,39 de 2023 y se mantiene estable con respecto a 2022. Por otra parte, el número de personas mayores de 60 años alcanzó los 310,3 millones en 2024, superando los 300 millones por primera vez, frente a los 297 millones de 2023. En consecuencia, la población en edad de trabajar en China —entre 16 y 59 años— disminuyó del 61,3 % de la población en 2023 al 60,9 % en 2024, con un total de 858 millones de personas.

¿Por qué está disminuyendo la población de China?

Uno de los principales factores que explican el descenso de la población china es la política del hijo único, introducida en 1979 y aplicada de forma estricta hasta 2015. Diseñada para controlar el crecimiento demográfico, esta política provocó una reducción del número de nacimientos y un importante desequilibrio en la proporción entre sexos. Esto ha provocado una disminución del número de mujeres en edad fértil, lo que, combinado con el aumento de los costes de crianza de los hijos y los cambios en las actitudes culturales hacia el trabajo y el matrimonio, ha dado lugar a una caída considerable de las tasas de fertilidad. A medida que esta cohorte siga disminuyendo, la caída de la tasa de fertilidad podría acelerarse aún más.

La otra cara de la moneda demográfica de China es el envejecimiento de su población. La esperanza de vida en China ha aumentado considerablemente en las últimas décadas, lo que ha dado lugar a un aumento del número de personas mayores. Se prevé que esta tendencia continúe y que la población de personas mayores de 65 años se duplique para 2050.

¿Qué está haciendo el Gobierno para hacer frente al descenso de la población china?

Durante la última década, China ha formulado una serie de políticas destinadas a impulsar la natalidad, como el fin de la política del hijo único y la ampliación de las prestaciones por maternidad y cuidado de los hijos. Pero más allá de intentar frenar la « » o revertir el descenso de la población —algo que ningún país ha conseguido—, China también está adoptando un enfoque holístico para abordar los problemas que surgirán de una población cada vez más reducida y envejecida. Esto incluye la decisión de aumentar gradualmente la edad de jubilación, así como políticas a más largo plazo destinadas a mejorar la atención a las personas mayores, fomentar las oportunidades en la denominada «economía plateada», mejorar las competencias y reciclar a los trabajadores, y acelerar la automatización.

Política de tres hijos y medidas de apoyo

En los últimos años, las políticas de cuidado infantil en China han ido evolucionando hacia el pronatalismo. Desde 2016, las parejas chinas pueden tener hasta dos hijos, mientras que los padres de familias con un solo hijo pueden tener dos desde 2013. Este límite se amplió posteriormente a tres hijos en 2021, dando lugar a la denominada política de los tres hijos.

Para incentivar aún más a la población a tener más hijos, China también ha publicado una serie de medidas de apoyo, entre las que se incluyen deducciones fiscales, servicios de guardería y educación asequibles, y la introducción de permisos para el cuidado de los hijos.

Además, los gobiernos locales han comenzado a ofrecer subvenciones económicas para fomentar la natalidad. Por ejemplo, las parejas de Shenzhen que tengan entre uno y tres hijos pueden optar a subvenciones por un total de 19 000 RMB (26 427,8 USD) (un pago único de 10 000 RMB (1390,9 USD) y 3000 RMB (417 USD) adicionales al año hasta que el niño cumpla tres años).

A pesar del giro hacia políticas pronatalistas, los resultados deseados aún no se han materializado. El descenso de la población china se ha visto agravado por otros factores, como el alto coste de la vida, el cambio de actitud de las generaciones más jóvenes hacia la familia y el matrimonio, y la ralentización económica provocada por la pandemia de COVID-19 y las estrictas medidas adoptadas por el país para contenerla. Queda por ver la eficacia de las políticas pronatalistas de China en los próximos años.

Aumento de la edad de jubilación

Para hacer frente a los problemas inminentes de la disminución de la población activa y reflejar el aumento de la esperanza de vida, China ha introducido un aumento gradual de la edad legal de jubilación. A partir de enero de 2025, la edad de jubilación de los hombres se aumentará de los 60 años actuales a 63 años en un periodo de 15 años. En el caso de las mujeres, la edad de jubilación legal se aumentará de 50 a 55 años durante el mismo periodo para los trabajos manuales, y de 55 a 58 años para los trabajos administrativos.

Para los empleados varones y las empleadas que desempeñan trabajos de cuello blanco, la edad de jubilación se retrasará un mes cada cuatro meses hasta alcanzar los 63 y 58 años, respectivamente. Para las empleadas que desempeñan trabajos manuales, la edad de jubilación se retrasará un mes cada dos meses, hasta alcanzar gradualmente los 55 años.

Cuidado de las personas mayores

El aumento de la proporción de personas mayores en la población china tiene implicaciones que van mucho más allá de la economía, ya que puede alterar fundamentalmente el tejido social del país. En la sociedad tradicional china, los padres ancianos son cuidados por sus hijos, no por el Estado. Se trata de una relación recíproca en la que los padres actúan como cuidadores principales de sus nietos.

Sin embargo, la reducción del tamaño de las familias chinas en las últimas décadas significa que esta función recae en un número cada vez menor de hijos, y a menudo un solo hijo tiene que cuidar de dos padres. Mientras tanto, el aumento de la esperanza de vida, aunque sin duda es un avance positivo, también significa que las personas e es necesitan apoyo financiero, emocional y social durante más tiempo. Esta dinámica puede suponer una presión adicional para los hijos, que se enfrentan a cargas cada vez mayores derivadas de sus carreras profesionales, el cuidado de sus propios hijos y el apoyo a sus padres e es.

A largo plazo, también habrá un número creciente de personas que llegarán a la vejez sin hijos que las cuiden.

Todo ello significa que las personas mayores necesitarán cada vez más los cuidados de instituciones profesionales. Ya están surgiendo diversos tipos de instituciones y estructuras de vida, como residencias y comunidades para personas mayores, pero la oferta deberá ampliarse considerablemente para satisfacer la creciente demanda.

Para apoyar el cuidado de las personas mayores, China ha desarrollado una serie de medidas de apoyo, entre las que se incluyen deducciones fiscales, permisos para el cuidado de personas mayores en algunas ciudades y políticas para desarrollar el sector de los servicios de atención a las personas mayores. En agosto de 2022, la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (NDRC) publicó varias medidas políticas para apoyar a las industrias de servicios de cuidado de personas mayores y niños con el fin de superar las dificultades. Las medidas consisten en una serie de políticas que reducen los costes para los proveedores de servicios de cuidado de personas mayores y niños, entre las que se incluyen exenciones en el alquiler, reducciones de impuestos y tasas, y la prestación de apoyo financiero.

A principios de 2024, la Oficina General del Consejo de Estado publicó las Opiniones sobre el desarrollo de una economía plateada para mejorar el bienestar de las personas mayores, un documento de 26 puntos cuyo objetivo es mejorar la infraestructura social para prestar un mejor apoyo a las personas mayores, garantizando el acceso a servicios esenciales como la alimentación, la atención sanitaria, la asistencia a domicilio y en la comunidad, y las oportunidades educativas y recreativas. También promueve la coordinación entre sectores para mejorar la calidad de vida de las personas mayores, en particular mediante sistemas de servicios localizados, accesibles e inclusivos.

Planes de pensiones privados

En 2022, China puso en marcha su primer plan de pensiones privado. Las pensiones privadas constituirán el tercer pilar del sistema de pensiones del país, complementando las pensiones básicas públicas y las pensiones voluntarias financiadas por los empleadores, con el objetivo de impulsar el ahorro a largo plazo y reforzar la seguridad de la jubilación. La puesta en marcha comenzó con un marco normativo en abril de 2022, seguido de programas piloto en ciudades seleccionadas en las que los particulares podían abrir cuentas de pensiones personales e invertir en productos financieros autorizados. El plan ha sido respaldado por incentivos fiscales para impulsar la participación, ya que los participantes pueden deducir hasta 12 000 RMB (1669 USD) de su renta imponible anual y se reducen los impuestos sobre las prestaciones de jubilación.

El 15 de diciembre de 2024, el Gobierno amplió el plan a todo el país, abriendo el acceso a todos los trabajadores afiliados al seguro de pensiones urbano o rural. Los reguladores también ampliaron la gama de productos de inversión elegibles, incluyendo bonos del Tesoro, ahorros especiales para pensiones y fondos de inversión de baja volatilidad, al tiempo que exigieron una divulgación más clara de los riesgos y la creación de una infraestructura digital sólida para el acceso y la gestión de las cuentas.

China está posicionando el sistema de pensiones privadas como una herramienta clave para hacer frente al envejecimiento de la población, ayudar a aliviar la carga fiscal a largo plazo del Estado, reducir la presión sobre el sistema público de pensiones y proporcionar a las personas una mayor autonomía financiera y dignidad en la jubilación, incluso cuando se debilitan las redes de apoyo familiar.

Automatización y aumento de la productividad

Ante la disminución de la población en edad de trabajar, el Gobierno chino está ampliando su enfoque para hacer frente a la inminente escasez de mano de obra y mejorar la productividad. Este cambio demográfico se alinea con los esfuerzos nacionales de larga data para transformar la estructura económica del país, alejándose de la fabricación de baja gama hacia la fabricación avanzada, los servicios de alto valor y las tecnologías de vanguardia.

La automatización se está imponiendo como una solución clave tanto para la escasez de mano de obra como para el impulso de la modernización industrial. Al reducir la dependencia de la mano de obra humana, la automatización puede ayudar a compensar la disminución de la población activa, al tiempo que aumenta la producción y la sofisticación de la fabricación. Las industrias  tradicionales intensivas en mano de obra, como la textil, la de electrodomésticos, la electrónica y la automovilística, se están automatizando cada vez más o trasladando su producción a países con menores costes.

En el centro de esta transformación se encuentra la plataforma política del Gobierno sobre las Nuevas Fuerzas Productivas de Calidad (NQPF), una iniciativa emblemática destinada a modernizar las industrias tradicionales mediante la mejora tecnológica, al tiempo que se acelera el desarrollo de sectores estratégicos de vanguardia como la inteligencia artificial (IA), la biotecnología y la robótica. Las NQPF se han convertido en un pilar central de la agenda económica de China, orientando la inversión, la política industrial y la planificación a largo plazo.

Cabe destacar que sectores como la robótica humanoide y la IA aplicada a la asistencia sanitaria tienen el potencial de revolucionar el cuidado de las personas mayores, respondiendo a la creciente demanda con menos trabajadores, al tiempo que mejoran los resultados de la asistencia y aumentan la eficiencia del sistema sanitario. En conjunto, estas iniciativas reflejan un giro estratégico hacia el aprovechamiento de la tecnología para sostener el crecimiento económico frente al declive demográfico.

Efectos del declive poblacional en china en el sector empresarial

El profundo cambio demográfico de China tiene implicaciones de gran alcance para su crecimiento económico. Anteriormente, el rápido desarrollo del país se vio impulsado por su «dividendo demográfico», es decir, una gran proporción de ciudadanos en edad de trabajar. Durante las últimas cuatro décadas, el modelo chino, basado en la mano de obra y las exportaciones, ha permitido al país pasar de una economía agraria a una sociedad industrial con un alto nivel de vida y unos ingresos elevados. Sin embargo, el cambio demográfico de China ha puesto en tela de juicio su trayectoria de crecimiento, su futura mano de obra y su potencial de mercado.

¿Experimentará China una escasez de mano de obra?

Una consecuencia directa del descenso de la población es la pérdida de capital humano. Esto significa que habrá menos emprendedores, innovadores y trabajadores cualificados para impulsar la economía y estimular un mayor crecimiento económico. El envejecimiento de la población activa y la escasez de trabajadores jóvenes pueden dificultar a las empresas la búsqueda de la mano de obra necesaria para satisfacer la demanda. Dado que algunas empresas dependen más del trabajo físico que otras, la reducción de la población activa afecta a determinados sectores más que a otros. Algunos sectores, como la  industria manufacturera y la construcción, ya están empezando a experimentar esta realidad, aunque la escasez de mano de obra puede deberse tanto al cambio de actitud de los jóvenes hacia el trabajo manual como a la disminución de la población activa.

La disminución de los trabajadores manuales jóvenes también provocará un aumento de los costes laborales, lo que podría dificultar la competitividad de las empresas chinas en el mercado mundial. Como se ha mencionado anteriormente, la inversión en automatización podría mitigar el impacto de la disminución de la población activa en determinados sectores, mientras que otros se trasladarán a países con una población activa más joven y unos costes laborales más bajos.

A pesar de las preocupaciones a largo plazo, no se prevé una escasez significativa de mano de obra a corto plazo, ya que China sigue contando con una amplia reserva de trabajadores activos. Según la Oficina Nacional de Estadísticas, la población activa de China se estimaba en unos 734,4 millones de personas en 2024.

¿Se reducirá el mercado chino?

El descenso de la población puede provocar una contracción del mercado con menos clientes, lo que tendrá un impacto directo en el tamaño del mercado. Esto podría dar lugar a una disminución de la demanda de bienes y servicios, lo que podría perjudicar el crecimiento empresarial del país. El envejecimiento de la sociedad puede provocar una disminución del gasto de los consumidores, ya que las personas mayores son menos propensas a gastar dinero que los jóvenes, lo que se conoce como «efecto de la estructura de edad».

Sin embargo, el tamaño del mercado depende de una serie de factores, como el crecimiento económico del país, el gasto de los consumidores y la capacidad de las empresas para innovar y adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado. En el lado positivo, la disminución de la población puede aumentar la renta per cápita, reducir las tasas de desempleo y elevar el nivel de renta disponible, todo lo cual fomenta un mercado interno fuerte.

Mientras tanto, el Gobierno chino ha orientado la economía hacia el mercado interno con la estrategia de doble circulación y ha invertido en productos de mayor valor añadido. En los últimos años, el Gobierno también ha intensificado sus esfuerzos para impulsar la demanda interna. Entre ellas figuran la publicación de directrices para impulsar el consumo de servicios en agosto de 2024 y, en marzo de 2025, la publicación del Plan de Acción Especial para Impulsar el Consumo.

Mientras tanto, China sigue teniendo un importante margen de crecimiento de los ingresos. En 2024, la renta disponible per cápita nacional de China alcanzó los 41 314 RMB (5746,52 USD), unas 11 veces menos que la de Estados Unidos. Aunque no está garantizado que China alcance niveles de ingresos similares a los de Estados Unidos, todavía hay un importante margen de crecimiento de la actividad económica, la riqueza de los hogares y los niveles de consumo interno.

¿Creará el cambio demográfico de China nuevas oportunidades de negocio?

A pesar de los retos que plantea el descenso de la población, el cambio demográfico de China también ofrece una serie de nuevas oportunidades. Será importante que las empresas se adapten a las tendencias sociales cambiantes y aprovechen las oportunidades para garantizar un futuro próspero y sostenible.

Sanidad, cuidado de personas mayores y economía plateada

A medida que la población china envejece, aumentará la demanda de servicios sanitarios, de atención a las personas mayores y de productos relacionados, lo que requerirá importantes inversiones.

La asistencia sanitaria ya era una de las áreas de inversión prioritarias para el Gobierno chino después de que la pandemia de COVID-19 pusiera de manifiesto las deficiencias del sistema, y el envejecimiento de la población del país no hace sino aumentar la presión para mejorar la prestación de los servicios.

Según la Oficina Nacional de Estadísticas de China, la proporción de la población mayor de 60 años alcanzó el 22 % en 2024 y se prevé que aumente hasta el 34,9 % en 2050. Los adultos en edad de trabajar, cada vez más acomodados, pueden recurrir a los servicios del sector privado, como los centros de cuidados de larga duración, para atender a sus padres y abuelos debido a las limitaciones del sistema sanitario público. Además de los servicios de atención a las personas mayores, el envejecimiento de la población requerirá un mayor número de productos, como medicamentos, dispositivos médicos y ayudas para discapacitados.

Se estima que el valor del mercado chino de cuidados a personas mayores alcanzará los 3 billones de dólares estadounidenses en 2030.

Educación superior y formación vocacional

La popularidad de la educación superior y la gran importancia que se concede a la educación en la cultura china ofrecen importantes oportunidades de inversión y crecimiento.

China se enfrenta a una escasez de trabajadores altamente cualificados, especialmente en los sectores de la tecnología, la sanidad y la ingeniería. Esto se debe a una combinación de factores, entre los que se incluyen el descenso de la población, la preferencia de los jóvenes por los empleos no relacionados con la industria manufacturera y la creciente demanda de trabajadores altamente cualificados en estos sectores. La reducción de la población activa también significa que la mejora de las competencias y el reciclaje profesional serán esenciales para mantener la competitividad y aumentar el valor del talento, especialmente a medida que tecnologías como la inteligencia artificial reducen la dependencia de los seres humanos para las tareas más sencillas. Esto presenta oportunidades considerables para la formación profesional y la capacitación, así como para los servicios de certificación técnica.

En este contexto, mientras que la mayoría de los sectores educativos en China se están volviendo más restrictivos con la inversión privada, la formación profesional sigue siendo fomentada por el Gobierno. China cree que la mejora de las competencias de su mano de obra es clave para el crecimiento económico continuo del país. Se recomienda a quienes se centran en la formación y el desarrollo que exploren las oportunidades basadas en el talento y la alta tecnología en el mercado chino.

Además, aunque las tasas de natalidad están disminuyendo, las familias más pequeñas con menos hijos gastarán más dinero en educación, lo que ofrecerá importantes oportunidades para productos y servicios educativos de mayor valor.

Cómo pueden prepararse las empresas

La disminución de la población planteará varios retos a las empresas a largo plazo, entre ellos la escasez de mano de obra, el aumento de los costes laborales y la reducción de la base de consumidores. Para prepararse para estos retos, las empresas deberán ser innovadoras y adaptables. Para prepararse, las empresas pueden tener en cuenta lo siguiente:

  • Invertir en automatización y tecnología: A medida que disminuye la mano de obra, las empresas pueden necesitar invertir en automatización y tecnología para compensar la escasez de trabajadores. Esto requerirá inversiones en investigación y desarrollo, así como en formación para que los empleados puedan manejar y mantener las nuevas tecnologías.
  • Invertir en formación y desarrollo: para seguir siendo competitivas en un panorama empresarial cambiante, las empresas tendrán que invertir en la formación y el desarrollo de sus empleados. Esto ayudará a crear una mano de obra cualificada y adaptable, capaz de hacer frente a las condiciones cambiantes del mercado.
  • Diversificar los productos y servicios: con un mercado de consumo en contracción, las empresas pueden necesitar diversificar sus productos y servicios para atraer a una gama más amplia de consumidores. Esto podría significar expandirse a nuevos mercados, desarrollar nuevos productos o adaptar los productos existentes para satisfacer las demandas cambiantes del mercado.
  • Ofrecer condiciones de trabajo flexibles: Para atraer y retener a los trabajadores en un mercado laboral competitivo, las empresas pueden necesitar ofrecer condiciones de trabajo flexibles, como el teletrabajo, horarios flexibles y opciones de trabajo a distancia.
  • Desarrollar sólidas alianzas locales: Las empresas extranjeras en China pueden beneficiarse del desarrollo de sólidas alianzas con empresas y organizaciones locales, que pueden proporcionarles acceso a conocimientos y recursos locales.

Para tener éxito en este panorama cambiante, las empresas deberán ser flexibles, innovadoras y proactivas en su enfoque del mercado.

Resumen

El descenso de la población china podría tener un impacto significativo en la economía del país en los próximos años. El envejecimiento de la población y la disminución de la población activa podrían provocar un aumento de los costes de la seguridad social, una ralentización del crecimiento económico, una escasez de trabajadores cualificados, una pérdida de capital humano y un aumento de los costes laborales. Sin embargo, aún está por ver cómo abordará el Gobierno chino estos retos y si el paquete de medidas políticas podrá mitigarlos para garantizar que el país siga siendo competitivo en la economía mundial.

Si bien el descenso de la población china es motivo de preocupación, también crea oportunidades en ámbitos como la educación, la sanidad, la innovación, la tecnología y otros. De hecho, se espera que el Gobierno chino impulse aún más estos sectores. Los posibles inversores deben prestar mucha atención a las tendencias normativas y del mercado en estos sectores.

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